domingo, 28 de agosto de 2011

...

Te vas... te alejas de mí y, lo peor es que, yo estoy viendo cómo lo haces. No puedo hacer nada por evitarlo, es un cúmulo de sentimientos reprimidos en mi interior que no sé cómo expulsarlos hacia el exterior. Esto es lo que pensaba cuándo ella se fue de mi lado.
Ojalá hubiera hecho algo para poder evitarlo, pero no podía o no quería, no sé muy bien con qué sentimiento definir mi sensación de entonces, pero pasó.
Y ahora estoy sola, como tantas veces lo he estado, con una sensación de vacío en mi interior que hay veces que me congela y me paraliza en el tiempo, esa sensación que, a veces, es agradable, pero que otras, te mata por dentro sin saber como pararlo.
Por ahora, a mi me queda aprender a vivir con dicho sentimiento que, otra vez más, se vuelve a convertir en mi mayor aliado y acompañante de viaje ;)

4 comentarios:

  1. Hay veces que el destino mueve hilos que no comprendemos... pero hemos de seguir.


    besos

    ResponderEliminar
  2. Hola! He encontrado la reseña de tu blog en el semillero, y te sigo! Te invito cordialmente a que visites el blog que tengo con una amiga:

    www.lasmejorescosasalamanecer.blogspot.com

    Gracias!!

    ResponderEliminar
  3. Ese estado de soledad siempre vuelve. Los amigos y amores van y vienen, entran y salen de tu vida, y siempre que se van y salen te dejan así, aunque el tiempo todo lo cura y vuelve a entrar alguien que a lo mejor sale de tu vida o a lo mejor no.

    ResponderEliminar
  4. Si no puedes con un sentimiento enemigo, conviértete en su aliado. Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre en algún lugar. Lo único que te hace falta ahora es encontrar esa puerta.

    ResponderEliminar