Y nos sentamos. Y estamos mirando al horizonte intentando encontrar el final del camino, el final de un mundo... Pero nos damos cuenta de que no tiene final... de que el horizonte indica que todo continúa. El horizonte no es el final del mar... sino el principio del cielo. El horizonte es tu camino...la línea sin fin. El horizonte te indica que lo único que tiene fin es la vida y que tienes que vivirla tú sin que nadie te diga cómo debes hacer las cosas. Eres tú quién marca la línea de tu propio horizonte, de tu propio camino... Debes forjar tus propias metas, ser leal a tus ideas y al final de tu horizonte te darás cuenta de que has hecho bien las cosas.